sábado, 22 de mayo de 2010

Today is a beautiful night, right?

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Y vale, que hoy no estoy inspirada; lo s
é.

¿Y sabes qu
é? Por una vez no me importa como queden las palabras en el blog, ni estoy pensando en que fotografía ocupará el final de esta entrada, o de si mi teclado lleva un mes sin dejarme escribir acentos (vale, miento, eso sigue sacándome de quicio cada mañana) ni tampoco en si debería estar haciendo alguna otra cosa que aparentemente fuera de mayor importancia...

Solo s
é que son las doce de la noche, acabo de llegar a mi casa y he saludado a mis padres en silencio, con aquello que más me gusta hacer; sonreir. Una de esas sonrisas mías, aquellas que hacen que Diego diga "jo, Yas tía, es que sales con una sonrisa tan natural..." y que provoque que mi sonrisa se ensanche aun más entre risas risueñas.

Y me encanta, de verdad. S
é que suena raro, pero me encanta poder sonreir, me encanta reír sin pensar en nada más por un instante; pero sobre todo me encanta ver en los demás esa sonrisa que asoma de forma tímida por la comsiura de sus labios y que luego inevitablemente acaba convirtiéndose en carcajadas que hacen que me de una extraña sensación en el pecho; cálida.

Y ahora viene aquella palabra m
ágica que, aunque es muy probable que no haga falta que lo diga, me sentiría un poco tonta si no lo hiciera: gracias. Y lo digo con todas las letras y en mayúsculas; GRACIAS.

Diego, gracias por tus extrañas, de dudosa mentalidad cuerda y - en dos palabras; im-presionantes - historias que nunca me permiten poner una cara triste. Gracias por coger en medio de la noche y convencerme para hacerme un par de fotograf
ías y quitarme las tonterías típicas de gustar o no gustar a base de risas e idioteces. Por ser tú, siempre. Y que coño, gracias por haber aparecido hace siete años en una urbanización jugando a las Magic y haberme permitido conocerte.

And you big guy, what can I say? Gracias por cuidar de m
í, por precouparte y por estar ahí. Por aguantar mis rayadas y escucharme - a pesar de lo bien que lo disimulas, baka. Por ese grito de frustración ante mis gilipolleces: "¡Deberías estar comiéndote el mundo y no la cabeza! Por hacer que me sonroje como una cría, por hacerme de rabiar, por esos: "Mierda, si es que no puedo enfadarme contigo" Tsk... no te acostumbres a oír esto de mí ¿eh? - se ríe - gracias Cabrero. Por todo.

Gracias por haberme hecho sonre
ír esta noche y, de antemano, por todas las siguientes que sé que lo haréis.

Nothing more to say: arigatoo.

(...)

Hmpf, shit, al final me quedo ñoño *suspiro de resignaci
ón*




" Cause when I smile, the darkness disappears... "



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